QUERIDOS TERRESTRES
Queridos terrestres dentro de poco no tendréis nada para poder sobrevivir.
Los vivos envidiaran a los muertos. Dice el Mensaje de Fátima: por lo que sus
ojos serán obligados a ver y sus oídos a escuchar.
¡Mirad y escuchad! ¡Escuchad y mirad!
Dice el Maestro Jesús: el mal triunfa a sus anchas y la perdición de cada cosa es clara y evidente para todos. Son pocos los que han dado el justo y santo valor al mensaje. Son pocos los que están dispuestos a redimirse y poner a salvo el don más preciado que tiene el hombre de este planeta EL “Ego SUM” serán muchos, muchísimos los que perderán este sagrado bien, si no se despiertan antes que la segunda muerte los atrape.
Para todos aquellos especuladores; que han preferido ocultar y engañar o tergiversar a las almas sedientas de Verdad. Su fin es la segunda muerte.
Sabed queridos terrestres, que es un delito esconder la verdad.
Ocultar los impelentes reclamos del divino amor Creativo significa estar contra Aquél que llamáis Dios, y que en realidad no obedecéis.
Pero es verdad que sus días llegan iluminados por su justicia
Queridos terrestres dentro de poco no tendréis nada para poder sobrevivir.
Los vivos envidiaran a los muertos. Dice el Mensaje de Fátima: por lo que sus
ojos serán obligados a ver y sus oídos a escuchar.
¡Mirad y escuchad! ¡Escuchad y mirad!
Dice el Maestro Jesús: el mal triunfa a sus anchas y la perdición de cada cosa es clara y evidente para todos. Son pocos los que han dado el justo y santo valor al mensaje. Son pocos los que están dispuestos a redimirse y poner a salvo el don más preciado que tiene el hombre de este planeta EL “Ego SUM” serán muchos, muchísimos los que perderán este sagrado bien, si no se despiertan antes que la segunda muerte los atrape.
Para todos aquellos especuladores; que han preferido ocultar y engañar o tergiversar a las almas sedientas de Verdad. Su fin es la segunda muerte.
Sabed queridos terrestres, que es un delito esconder la verdad.
Ocultar los impelentes reclamos del divino amor Creativo significa estar contra Aquél que llamáis Dios, y que en realidad no obedecéis.
Pero es verdad que sus días llegan iluminados por su justicia
Un servidor de los servidores de Dios
Santiago el hermano del Señor
